¿Qué es el activismo feminista en estos días de injusticia social, del avance del fascismo y sus mecanismos de precarización y reducción de derechos fundamentales?
Hemos visto como la institucionalidad se ha apropiado y tergiversado las luchas feministas, incorporando “políticas e iniciativas” gubernamentales sesgadas, ajenas a la lucha de clase, a las acciones por vivir en un espacio libre de contaminación, al saqueo y al extractivismo de nuestros recursos y contra la precarización de nuestras vidas. El Estado y sus instituciones se han convertido en un aparato de contratación y relación laboral con muchos agresores de mujeres en cargos públicos, sumarios administrativos por acoso y agresiones a funcionarias en el contexto de trabajo, sin paridad en sueldos y con una concentración de los altos cargos ocupados por hombres.
Esta vía que ha tomado la lucha feminista nos hace separar aguas, desmarcarnos de esta realidad y continuar con nuestro activismo anticapitalista, antirracista, anti patriarcal y las disidencias de nuestra sociedad. Estamos en contra del protagonismo de los hombres al abordar nuestras problemáticas, a la crítica constante a las acciones de las luchas de las mujeres feministas y a la separación del feminismo de otras causas que acompañan nuestras banderas de lucha, la lucha de las mujeres siempre en primera línea es histórica y forman parte de la historia de la humanidad y el avance por superar las infamias e injusticias de la vida en un sistema capitalista y neoliberal que nos han hecho creer que es inamovible. Hacernos escuchar, visibilizar problemáticas y levantar la protesta es vital en estos tiempos.
Vivimos a diario con la precariedad, la falta de seguridad y la incertidumbre del curso de nuestras vidas, mientras el Estado y sus instituciones cierran programas sociales de ayuda en nuestra labor de madres, cuidadoras y defensoras de derechos las mujeres organizadas inventamos estrategias para cuidarnos, alimentarnos, sanarnos, criar y sopesar el aumento del costo de la vida. NO les creemos, dejamos de hacerlo hace tiempo, nos han decepcionado una y otra vez, suma y siguen las políticas erróneas, a destiempo, poco oportunas, llegan cuando ya nos agredieron, golperaron y mataron, las eternas campañas de prevención nunca previeron nada, la desidia y la irresponsabilidad. La falta de compromiso real y concreto del aparato estatal para con nosotras nos impulsa aún más a inventar en forma autónoma e independiente las condiciones para tener una vida mejor y ante la falta de seguridad y vivir en constante peligro de perder nuestra vida: ANTE LA VIOLENCIA AUTODEFENSA