En el «día del trabajador» reclamamos que siempre se visibilizan solo los trabajos remunerados como si fueran los únicos que levantan una sociedad, siendo el trabajo de cuidados y domésticos totalmente invisibilizados.

«Eso que llaman amor es trabajo no remunerado» lo dijo una feminista contemporánea llamada Silvia Federici, quien también discursaba sobre la importancia de recuperar nuestras cuerpas del estado patriarcal porque ese «trabajo reproductivo es trabajo de producción. La diferencia es que lo que produce no son mercancías, sino seres humanos».

Reconocemos que en las mujeres obreras, madres y cuidadoras, son la base explotada que sostiene este sistema económico y cultural. Hoy no solo se trata de exigir trabajo digno y condiciones de no violencia hacia nosotras, sino también visibilizar que sin nosotras el mundo se detiene.

Como mujeres organizadas exigimos reconocimiento y remuneración del trabajo doméstico y de cuidados